sábado, 3 de septiembre de 2011

THE HOUSE OF THE RISING SUN

He compuesto una versión instrumental de La casa del sol naciente, cuya letra (en las versiones correspondientes) narra la vida de alguien que ha tenido poca fortuna en Nueva Orleans, permitiendo cantarla tanto desde la perspectiva de una mujer como la de un hombre.



The house of the rising sun (La casa del sol naciente), conocida también como Rising sun blues es una canción folk de Estados Unidos que se hizo realmente popular en su versión rock de los años 60.

Sus orígenes son inciertos puesto que no se conoce a su autor pero la versión más antigua que se conoce fue grabada por Clarence Ashley (quien había aprendido la canción de su abuelo) y Gwen Foster en 1934. Hay tres teorías para determinar su origen, la de que apareció en Nueva Orleans, Louisiana (en un pequeño hotel ubicado en la Conti Street en el French Quarter en la década de 1820 o en un lugar alquilado para bailes y eventos llamado "Rising Sun Hall" a finales del siglo XIX, ubicado frente al río en el vecindario de Carrollton) o bien prodría ser de origen inglés, según indicó el folclorista Alan Lomax en su libro Our Singing Country (1941) pero que la letra la escribieron dos norteamericanos de Kentucky: Georgia Turner y Bert Martin. La última de las teorías vuelve a Nueva Orleans pero buscando una supuesta casa de juego o prostíbulo que regentaría una tal Marianne Le Soleil Levant, cuyo apellido francés equivaldría en inglés a "The Rising Sun".

En cualquier caso, desde que se grabara en 1938 han surgido una serie infinita de versiones de la mano de artistas como Bob Dylan, The animals (seguramente la más famosa con su versión de 1964), Led Zeppelin, The Beatles, The Doors, Jimi Hendrix, Scorpions, Bon Jovi, etc. hasta aparecer en rock, reggae, versión B psicodélica o música dance (2003). La primera versión en castellano se la debemos al grupo colombiano de los años 60: The Speakers.



La versión de The animals de 1964 fue número uno en las listas del Reino Unido y Estados Unidos mientras que la versión en castellano del grupo español Lone Star la convirtió en ese mismo año en el número uno de toda Sudamérica y España, vendiendo de hecho más discos que la banda británica. Además alcanzó el puesto 122 de la lista de Rolling Stone de las 500 mejores canciones de todos los tiempos.